martes, 30 de junio de 2015

Un lugar llamado San Vicente De Paul.


Había una vez, en un lejano lugar, donde muy poca gente conocía su procedencia, habitaba un grupo de nueve personas, distintas todas ellas, pero con una característica muy especial, “EL AMOR POR LOS NIÑOS”.

En esta lejana aldea, siempre te recibían con una sonrisa, un abrazo, e incluso con dos besos, los necesitaras o no; cada mañana acudían a ellos ochenta y dos familias con sus más valiosos tesoros, y sin dudar se los confiaban durante unas horas.

Horas en las cuales , se bailaba, se reía, se jugaba,y se aprendía; pero no os vayáis a pensar que solamente se aprendía los colores, o los números, poco a poco y con la infinita paciencia que estos seres especiales poseían, los tesoros de cada familia, aprendían infinidad de valores, de sentimientos, de emociones.

Muchos de ellos, aprendieron a dar sus primeros pasos, siempre animados y alentados por los cuidadores, otros muchos dijeron sus primeras palabras, y todos ellos corrieron por el camino de la más tierna infancia.

Nueve personas que día a día, pasito a pasito, han demostrado desprender amor por todos sus poros, desvivirse por esos tesoros, sufriendo cuando se caían, preocupándose como uno más de la familia cuando ellos enfermaban, riendo y saltando con sus alegrías, y por supuesto animándoles en cada peldaño que subían, aplaudiendo con cada logro de sus días.

Nueve personas que durante un periodo de tiempo de tres, dos o un año, nos han ayudado a ochenta y dos familias a pulir nuestros diamantes, nuestros mayores tesoros.

Nueve seres encantadores, que día a día llegan a convertirse en tu familia, en un pedacito más de uno mismo, pues es imposible no vincularte con ellos de por vida.

Ese maravilloso lugar se llama “C.E.I. San Vicente De Paul”, el lugar donde mi mayor tesoro, mi hija, entró siendo un bebe de un año, y hoy sale siendo ya una niña de tres años, una niña que gracias a esas nueve personas, ha sabido afrontar las caídas, y ha sabido subir todos los peldaños de la más tierna infancia, sabe que siempre tiene a sus nueve ángeles esperándola con los brazos abiertos para darle un abrazo y seguir apoyándola aunque sea en la distancia.

Gracias Ani, por tus suculentas comidas, por poner en cada plato y en cada cucharada tu esencia.

Gracias Menci, por acunar a nuestros bebes cuando a penas saben comunicarse.

Gracias Masu, por tu alegría por esos abrazos y esos achuchones que siempre que puedes nos das.

Gracias Santi, por tu carisma.

Gracias Inma, por estar pendiente de todo y de más.

Gracias Sofia, por tus palabras y tus sonrisas.

Gracias Tamara, por tu paciencia, por tu jovialidad,por tu dulzura, por todas esas sonrisas, y todos esos bailes locos y divertidos.

Gracias Juan, ¿qué te digo a ti que ya no te haya dicho mil veces?, durante dos años has sido el tutor de mi niña, dos años de amor, de entrega, de disciplina, de risas, has sabido calmar no solo los llantos de muchos de nuestros hijos, sino todas las incertidumbres que a nosotros nos hayan surgido. Gracias por tu infinita paciencia, porque no conozco persona que adore más su trabajo, que disfrute cada día de nuestros niños como tú.

Y por último, Gracias a Mila, la directora de todo esto, porque sin ella, sin sus sabios consejos, sus palabras de aliento, sin esas miradas de ternura y comprensión todo esto no sería posible.

Ahora les toca a otros tesoros poder disfrutar de vosotros, pero nosotros nos llevamos el mayor de los tesoros, nos llevamos en nuestros corazones un pedacito de cada uno de vosotros.


Se os quiere!!  





jueves, 25 de junio de 2015

Tuneando camisetas

Tormentas de verano, que ironía ¿no?. Mientras mi peque creaba preciosos dibujos con sus acuarelas, yo he aprovechado el tiempo, y haciendo uso de un cachito de cinta de encaje, he convertido una camiseta banca básica en una verdadera monada. Es tan fácil que cuando lo veáis seguro que os animáis. Así que aquí os dejo un "como se hace" de los buenos.

Lo primero, primerísimo es hacerse con los materiales.  Yo he usado:

  • Una camiseta básica
  • Cinta de encaje, la medida del cuello más unos centímetros de más, para poder hacer el rizo. Dependerá del tamaño de la camiseta, pero con 1/4 más de la medida yo creo que os llegará de sobra.
  • Hilo, tijeras, alfileres y aguja. (se puede hacer tanto a mano como a máquina).

Los pasos son los siguientes:
  • Ordenar los materiales que vamos a usar.
  • Con los alfileres, vamos montando el encaje al cuello de la camiseta. Es importante usar la misma medida siempre para que el efecto de rizo quede perfectamente homogéneo. En este caso he sido muy práctica y he usado la medida de mi pulgar para medir la distancia entre cada una de las dobleces.
  • Una vez lo tengamos todo listo y bien señalizado, pasamos a coser. Como os dije antes, es tan fácil que se puede hacer a mano o a máquina, como os apetezca o más os guste.



Et voilá!!! Ya tenemos nuestra camiseta lista. Ha pasado de ser una camiseta normalita y simplona, a convertirse en una de las reinas del cajón


Espero que os haya gustado. Y ya sabéis, si os atrevéis con la camiseta mostrarnos como os ha quedado. 

Best wishes!!

Alejandra

viernes, 12 de junio de 2015

Como coser nuestro propio mei-tai


Bueno aquí está, mi manual de como hacer un mei tai en casa. Es muy fácil, sólo hay que tener un poco de destreza con la máquina de coser. En la web (con mi amigo Google) puedes encontrar muchos más patrones, pero haciendo recopilación de lo que más me gustaba de cada uno fabriqué el mio propio.

Para empezar con nuestro mei necesitaremos:
  • 2 metros de tela fuerte (puede ser loneta, tela vaquera o cualquiera resistente que hay que tener en cuenta que aguantará el peso del peque)
  • Un cuadrado de tela de 50 cm x 50 cm. Es la que estará por fuera, así que se puede elegir una a gusto de cada uno.
  • Guata, para acolchar las distintas zonas del mei-tai.
  • Hilo ( preferiblemente de nailon, y resistente)
Una vez tengamos los materiales pasamos a los patrones. Se puede dibujar a parte o directamente encima de la tela. Lo señalaremos de la siguiente manera:



Así es como nos quedaría el dibujo de las tirantas, las dos de 30 cm son las que salen de la parte de arriba y la más ancha corresponde a la cinta de abajo. Todas las tirantas son de la tela más fuerte. Yo escogí loneta negra con tacto de algodón  (muy suave para mi peque).

Para empezar a coser las tirantas las doblamos por la mitad y las unimos por los laterales. Una de las puntas se coserá también, de manera que se queda abierto sólo por un lado, por el cual introduciremos la guata y acolcharemos. 



Ahora pasamos al cuerpo del mei-tai. Cortaremos de las dos telas dos rectángulos de 45cm x 50 cm. El paso siguiente es darle la forma idónea. Esta parte es más abierta, yo lo hice con picos, pero se puede hacer redondeado, así que como más os guste. 




Juntamos los dos trozos de tela que darán forma al cuerpo del mei-tai  y cosemos solamente los laterales. Una vez los tengamos, pasamos a coser las tiras superiores a la tela que quedará en el interior... Hay que hacer una costura segura, no nos vale sólo una pasadita con la máquina. Yo cosí un cuadrado y lo atravesé por líneas que iban de esquina, pero para no liarnos lo veis mejor en el dibujo.



Una vez cosidas las tirantas pasamos a rellenar con guata la parte de arriba (queda acolchadito porque es donde nuestros peques apoyarán la cabeza) y a coser para que quede cerrada. 


Ahora vamos a por la cinta inferior, la que nos ataremos a la cintura. Dejando un hueco en medio para meter el acolchado y unirla al mei, la doblamos por la mitad y la cosemos. Las medidas que yo utilicé fueron:


Una vez la tengamos lista, en el hueco que queda en medio le añadiremos el acolchado, teniendo en cuenta que hay que evitar al máximo que se mueva, así que reforzamos las costuras. Yo lo hice cosiendo en rombos. El último paso para rematar nuestro mei-tai es coser la tiranta de abajo al mei. Recordando siempre que estas costuras tienen que estar reforzadas que será lo que aguante el peso del bebe y no queremos que se rompa ¿no? jejejej.






Y... ¡¡¡¡¡¡¡TACHAAAAAAN!!!!! Tenemos nuestro propio portabebes, fabricado por nosotros mismos (que es lo que más ilusión hace). Eso sí, es importante informase bien sobre el porteo antes de decidirse a usarlo.

Espero que os haya gustado, y si os animáis no dejéis de mandarme el resultado, que los puedo ir enlazando al post.

Best wishes.

Alejandra

jueves, 11 de junio de 2015

Soy escritor ¿y ahora qué?


Cuando eres escritor con renombre, todo es rodado, las editoriales se pegan porque publiques con ellos, los editores se enfrentan unos a otros como si aquello fuera una puja de un precioso tesoro; pero ¿qué pasa cuando eres un escritor novel? ¿cuando no tienes ese renombre que todos quieren en sus listas?.

Cuando eres un escritor novel, ves como paso a paso te van poniendo más y más impedimentos, está claro que no todo el mundo puede hacer carrera de esta profesión, pero creo recordar que el grandísimo Gabo, o Alberto Vázquez Figureoa, algún día fueron escritores noveles, no nacieron obteniendo los éxitos, no nacieron sabiendo plasmar sus historias. Vale que he puesto a dos de los grandes a lo que escritores se refiere, y a lo mejor me he pasado con el ejemplo, pero creo que es una de las formas que se puede comprender lo que os quiero decir.

Hace un par de semanas, en este mismo blog, os reseñábamos el libro de Javier Carretero, un libro que ha cosechado la friolera de más de 6000 ejemplares vendidos, y que su segundo libro va por el mismo camino; un libro, que está en manos de grandes personalidades institucionales (os lo puedo asegurar), sin embargo, es un libro que nadie, o mejor dicho ninguna librería/editorial/agente literario quiso, uno de esos tantos libros repudiados.

El propio autor, nos contaba a Tormentas de mujer como tuvo que ser él mismo el que se pusiera en el metro de Madrid a vender sus libros, para poder llegar a la gente, para poder mostrar al mundo sus historias y sus ilusiones, como día tras día todas las puertas se le cerraban a su paso, os recomiendo ver un vídeo en su canal de Youtube que lo explica muy bien.

Siguiendo por el mismo camino que Javier Carretero en experiencias nefastas se refiere, nos encontramos a un autor, que para mi es especial, ya no solo por como escribe, sino por quien es para mi, seguramente pocos sabréis de quien os hablo, pero os aseguro que si tenéis la oportunidad de leer cualquiera de sus escritos o de sus relatos, os apasionaríais tanto como los que le rodeamos; estoy hablando de mi buen amigo Ignacio Rangel, o más conocido para mi como Nacho y para la bichi como su tito Naxio (y que no se lo toquen oigan!!).

Bueno que me desvío del tema... el caso es que hace como unos cuatro años más o menos, Nacho decidió aventurarse a esto de escribir, más que aventurarse, se decidió a poner en marcha ese proyecto que tanto llevaba sopesando, y que muchos de nosotros le animábamos a hacer, ya que los que le conocemos en persona, sabemos la sensibilidad que tiene y transmite; cuando tuvo terminado su primer manuscrito, preguntamos (y hablo en plural porque aquí la que suscribe también preguntó e intentó ayudar en lo que pudo) a varias editoriales, llegando a la conclusión de que lo mejor que se podía hacer era autoeditarlo; el siguiente paso fue preguntar en las imprentas, aquí fue donde en una de ellas, sin miramiento ninguno le dijeron a bocajarro:

“ ¿Y tú que te crees el nuevo Arturo Perez Reverte?”.

Otro ejemplo, es la la escritora Elva Martínez, que ya tiene en su haber siete novelas, y varios relatos cortos, los cuales, muchos de ellos los encontraréis en el blog de Elva.

Esta autora, tuvo la grandísima suerte (tono irónico modo on) de que una editorial se fijara en ella, no era una editorial de las grandes, pero oye por algo se empieza ¿no?. Cual no fue su sorpresa que la editorial, lo primero que le exige es un cambio de nombre de su libro, ya que parte del titulo no cuadraría con el público de América Latina, sino que cuando van a sacar la portada, como no le gustaba y como ella era la autora, y como tal digo yo que tenía el derecho de poder elegir la portada de su libro, se medio mosquearon. No acabando ahí la cosa, pues una vez lanzado al mercado, no se dignaron a hacer absolutamente nada para que vendiera; siendo ella la que tenía que autopromocionarse por las redes sociales y a través de sus contáctos.

Lo más curioso de todo esto, es que Elva ha seguido con la historia del libro que publicó con ellos, llegando a hacer una fantástica trilogía, y la editorial no ha sido capaz de preguntar absolutamente nada, como todo lo que habían hecho, que al fin y al cabo era eso... Nada.

Ahora Elva, como los dos compañeros y autores anteriores, y como el ultimo ejemplo que os voy a relatar, ha decidido muy sabiamente llegar a la conclusión de auoteditarlo.

Por último, hay escritoras como es Gaby Parker, que directamente ha decidido venderlo en amazon y autoeditarlo sin ni siquiera preguntar a las editoriales; y sinceramente creo que ha sido una de las mejores decisiones que ha podido tomar, de ella podemos leer dos maravillosos libros, que espero muy pronto poder reseñaros.

Hace un par de días, cuando hablaba con ella sobre este tema, y me contaba como ha observado el sufrimiento y la desesperación de alguna de sus compañeras y compañeros en esta cuestión, me contestó lo siguiente:

Hoy me han pedido que dé mi opinión con respecto a las editoriales y librerías, como tratan a los autores noveles, pues bien, creo que seré clara y concisa: fatal.
No tengo experiencia en editoriales, la verdad no creo que mis historias les interesen, pero sé de primera mano cómo las editoriales tratan a los autores noveles que intentan entrar a ese mundo.Lo primero que te dan es un correo electrónico para enviar tu novela, la mayoría te piden que sea inédita, cosa que por otra parte puedo entender, y una vez que envías tu novela en la que tanto tiempo e ilusión has invertido, te dedicas a esperar, refrescando la bandeja de entrada de tu correo electrónico unas mil veces por hora, esperando una respuesta que puede tardar hasta meses en llegar… si es que alguna vez llega.Pero imaginemos por un momento que esa respuesta llega, supongo que te sientes la escritora más afortunada del mundo, porque una editorial se ha interesado en tu novela, y llega el momento de formalizar un contrato, unas hojas de papel en las que primero; les cedes los derechos de tu obra, algo que me parece horrible, ya que la persona que escribe es la que ha dedicado tiempo para investigar, para escribir, para inventar, y que de buenas a primeras la obra deje de ser tuya, me parece fatal, aunque por supuesto sigues siendo la autora, pero desde el momento en que firmas ellos pueden hacer lo que les plazca con ella, y segundo; te ofrecen ganar un tanto por ciento ridículo para lo que ellos van a ganar en la venta de cada ejemplar, ya sea digital o papel. El tema de la promoción no sé exactamente como se trata, la verdad, pero conozco autoras que publican con editoriales muy reconocidas, y son ellas mismas las que tienen que promocionarse… Y como autora novata, o novel, que eres, no puedes decir nada, solamente acatar lo que te dicen que hagas, y jugar bajo sus normas, pero claro… ¡Tú has publicado con una editorial!En mi opinión, no merece la pena publicar en editorial, ya que haciendo el trabajo por tu cuenta, creo que tanto la recompensa económica, como la satisfacción personal, son mayores.”

Hasta aquí han sido cuatro historias, diferentes pero muy similares las cuatro, pero todas con el punto de vista de un escritor; no sería justo por mi parte, si no hubiera intentado contactar con alguna editorial, y preguntarles exactamente lo mismo que a ello cuatro, os puedo decir que a día de hoy, ninguna de las seis editoriales, a las cuales he mandado el mail, me han contestado, pero si que me ha contestado una persona que ha sido editora de una de ellas y hoy en día es agente literaria, seguro que muchos y muchas de vosotros la conocéis, estoy hablando de Gema Lendoiro.

Como agente literario y como editora, Gema ha cosechado éxitos de la talla de un burka por amor, o el médico de mi hijo, entre otros muchos. Ella me comentaba que su trabajo como editora siempre ha sido referido a la novela de no-ficción, como habéis podido comprobar con los dos ejemplos que os he mencionado, los dos son libros de historias reales. Su trabajo como en la editorial consistía en contratar y encontrar aquellos libros que fueran rentables, y como bien me puntualizaba ella, no hay que olvidar que al fin y al cabo las editoriales son una empresa que mira por su propio beneficio”. Eso es obvio, si tu tienes una empresa quieres que esa empresa sea lo más rentable posible, y que te genere unas ganancias extraordinarias, o si no que se lo digan a cualquier autónomo de este país.

Otra cosa muy distinta es su experiencia como Agente literaria, y ella me contaba lo siguiente:
En cuanto a mi opinión como agente literaria, la verdad que veo desde el otro lado de la barrera el asunto y sí es verdad que me da muchísima rabia tener autores maravillosos que escriben como los ángeles y nadie los contrata. Y luego ves que publica un libro Belén Esteban que no sabe ni escribir”

Creo que ya entre todos, poco más me queda por añadir, y si añadiera algo, sería que por favor, señoras editoriales, aunque entiendo que hay auténticos borricos como escritores, aunque entiendo que no pueden dar salida a los miles y miles de manuscritos que reciben a diario, aunque todo eso lo puedo llegar a entender, no entiendo la falta de humildad, y la falta de respeto, creo que ninguno de los escritores mencionados en este post, ni ningún escritor (por muy malo que sea) se merecen ese trato, pues al fin y al cabo, ellos son los que siguen enriqueciéndonos la cultura con sus historias, los que se quedan horas y horas tras una pantalla escribiendo, por placer, por afición o por lo que sea, pero hay muchas, muchísimas horas detrás de un libro, para que ustedes no tengan la menor de las decencias en contestar con un poquito de educación. 

Desde aquí daros las gracias a todos los escritores que habéis querido participar, sois muchos (mas de veinte) los que me habéis contestado y contado vuestra historia, pero sintiéndolo mucho, no podía albergaros a todos en el mismo posts, más que nada porque si no estaríamos aquí hasta el día del juicio final; pero no os preocupéis, pues poco a poco, desde Tormentas de Mujer, algo inventaremos para poderos dar voz. A aquellos escritores, que me han contado sus historias, pero que por motivos personales, no han querido salir, también millones de gracias, entre todos habéis hecho que esta que aquí suscribe, siga creyendo en que el arte de transmitir con palabras nunca morirá. 


Como siempre os digo

BESAZOS BICHEJOS ENORMES

Verónica.




jueves, 4 de junio de 2015

Salsa Kebap

Como ya pudisteis comprobar en la entrada anterior de "Tormentas a la mesa", en casa somos mucho de aprovechar la comida que nos ha quedado de días anteriores.
En esta ocasión os traigo la receta para hacer la crema de yogurt que se usa para condimentar los Kebaps. La elaboración es muy fácil, y los ingredientes son de esos que tenemos casi siempre en la nevera. Vamos al lío:

Los ingredientes:

- El zumo de medio limón
- Dos dientes de ajos
- Un yogurt natural (mejor si no es azucarado, aunque si lo es no pasa nada)
- Dos cucharadas soperas de mahonesa
- Sal
-Azúcar
- De modo optativo, y a gustos, se le puede añadir perejil o hierba buena. Aunque la hierbabuena en poca cantidad porque sino nos robará todo el sabor de la salsa.

Elaboración:

En un mortero ponemos los ajos pelados, una cucharadita de sal y otra de azúcar, las hierbas (si hemos decidido añadirlas) y lo machacamos todo hasta que forme una pasta compacta.
Añadimos el zumo de limón y removemos bien, repetimos igual con el yogurt y luego como punto final con las dos cucharadas de mahonesa. Et voilá!!! Ya tenemos lista nuestra salsa.

En casa lo que hacemos es aprovechar los restos de pollo asado, desmenuzado y rellenamos tortitas de trigo, de las que se usan para los burritos. Les puedes añadir lo que quieras, pues admite de todo (lechuga, tomate, zanahoria, queso, remolachas, aceitunas.....)

Espero que os haya gustado, y si lo probáis, ya sabéis, contadnos que os parece.

Best wishes
Alejandra

miércoles, 3 de junio de 2015

Operación pañal


Se acerca el verano (The summer is coming!!). Se considera la mejor época para quitar el pañal, para inicial a los peques en el uso del orinal.

Lo primero que hay que tener bien claro es que cada niño es único, y no hay una edad específica en el desarrollo de los peques. Como no es el tema ahora, no voy a profundizar en ello, pero es algo que hay que tener en cuenta.

El caso es que cuando vayan a entrar en el cole de mayores (en infantil), es necesario que dominen el control de esfínteres (tampoco voy a entrar a comentar lo desacuerdo que estoy con esto....).

Imagen de Creative commons. 
Yo os voy a contar un poco como fue nuestra experiencia con Canijilla. Una semana antes de cumplir 2 años, un día de muchísimo calor, nos dijo que ya no quería llevar pañal. Se daba tirones, y se los quitaba ella sola, así que decidimos probar, nada convencidos por cierto. Compramos un orinal muy mono, tan mono que lo eligió ella (rosa, para variar). Y nos metimos de cabeza en la "operación pañal".

Los tres primeros días, cada hora, la sentábamos en su orinal para que hiciera pipí. Tuvimos muchas fugas, pero pronto salió de su boquita el primer aviso ¨mamá pipiiiiiii". Os podéis imaginar que fiesta le hicimos, con música incluida (una cancioncilla que su papá se inventó y que resultó ser bastante pegadiza).

A partir de ahí la cosa fue rodada... si pasado un rato no había pedido pipí, pues al orinal que iba. Tuvimos muy pocos escapes los primeros días, aunque durante los siguientes meses, en alguna ocasión, nos enfrentamos a días en los que todos los pipís se los hacía encima. 

El tema de la caca fue otro cantar. Canijilla ha sido siempre bastante estreñida, aunque reformábamos la ingesta de fibra, en alguna ocasión, se hizo daño al hacer caca. Y entramos en un círculo vicioso, cuando tenía ganas se aguantaba por miedo al dolor, y al final terminaba haciéndose más daño. Hasta se hizo una fisurilla. Acudimos al pediatra y con medicación hemos conseguido que ya no se aguante, aunque nos costó bastante más que pidiera caca para ir al baño. Al principio sólo era por observación, cuando la notábamos con el gesto apretado, ya sabíamos lo que tocaba. Pero como es una caja de sorpresas, de la noche a la mañana, sin aviso, empezó a pedir caca. 

Y en ello estamos, ya lo tiene casi todo controlado, aunque algunas veces se le escapa "el puntillo". Esto sucede sobre todo cuando está entretenida, jugando. Además ha empezado a ir solita al baño, aunque aun no controla mucho el tema de limpiarse sola, ya domina muy bien el quitarse la ropa. 

¿Cómo lo hicisteis vosotros?.
 ¿Os resultó muy complicado?


Best wishes

Alejandra