lunes, 7 de septiembre de 2015

La vuelta al cole, o cómo volvernos más locos.

Llegados a este punto del año, cuando ya los días no son tan largos y se empieza a notar que anochece antes, es cuando nos damos de bruces con la realidad que nos espera en escasas semanas; es cuando las familias con niños sacamos la calculadora y hacemos equilibrios (unos más y otros menos) por llegar a fin de mes, ya que eso de apretarnos el cinturón, como decía el legendario grupo Leize, después de los "caprichitos veraniegos" como que no.

Entre la lista de materiales y de libros...
<imagen sacada de flickr>
Empiezan las interminables listas de materiales, que si tienes suerte, puede que en el cole hagan un fondo común o cooperativa y os salga algo más barato, pero que si no corres esa suerte te toca tirarte de los pelos por conseguir todas esas cosas que nos piden a cada principio de curso, los que tenemos hijos en infantil, lo solemos tener algo más fácil, pues los materiales no suelen ser muy extravagantes, pero los que tienen hijos en primaria o en secundaría muchas veces los vemos echarse las manos a la cabeza pues no tienen ni idea de que es eso de una regla con escalímetro, o un bloc mutifunción con papel milimetrado, márgenes delineados y microperforado.

Si la lista de los materiales suele ser motivo de desesperación, la lista de los libros es otro cantar, y no porque suelan ser difíciles de encontrar, sino porque según donde los pidas o los compres la diferencia de precio es alucinante.

Hasta aquí lo que nos suelen pedir en los colegios, pero luego viene aprovisionar a nuestros pequeños de mochilas, estuches, y más material escolar a parte del que ya te piden en el colegio, y aquí, pese a quien nos pese, hay una diferencia drástica en si tu pequeño es niño o niña, ya que si es niño, normalmente no se suelen llevar tanto por las "modas", como las niñas, o al menos las "modas" no son tan cambiantes, me explico, a un niño de primero de primaria, le compras una mochila de sus personajes favoritos de ese momento, por ejemplo "cars", y casi de seguro que dentro de dos años todavía le gustará esa película o ese personaje en concreto, así que si tienes suerte de que tu hijo cuida las cosas, puedes estar tranquila, tu hijo no te dirá absolutamente nada.

Pero señoras, si tenéis una niña esto cambia cada temporada, un año está Hanna Montana, al año siguiente está los de High School musical, el  siguiente tenemos a unas horripilantes muñequitas de tez más blanca y pálida que el propio folio donde dibujarán tus hijas, eso sí maquilladas hasta las trancas a más no poder, y claro, lo que les gusta un año, no les gusta el siguiente, y por descontado ¡¡no va a repetir mochila dos años seguidos!!, (puntualizar el hecho de que a las niñas que le gustaban frozen hace dos años están de suerte,.. seguimos en plena era frozen).

A todo esto, sumemosle el dinero destinado a vestir a los pequeños de la casa, si tu peque va a un colegio concertado/privado, seguramente tendrás un uniforme para los días de normal, y otro uniforme para los días en los que tengan deporte, y claro, en mayo ya el calor empieza a apretar, así que tenemos los uniformes de verano y de invierno para los días de deporte; pero si en su día os decidisteis por la educación pública, eso de los uniformes nos lo "ahorramos", y sí, lo digo entre comillas, porque el hecho de que no lleve uniforme oficial no quiere decir que los peques vayan vestidos cual acólitos en Semana Santa, así que te aprovisionas de un par de pantalones vaqueros, un par de chándals, unas cuantas camisetas, alguna que otra sudadera, un par de zapatillas (que seguramente a mitad año ya no le vengan).

Así que en estos días las librerías, las papelerías y los centros comerciales, se llenan de padres y madres histéricos como si fuera una auténtica búsqueda del tesoro, intentando encorntrar las mejores ofertas, los mejores precios, y sobre todo, rezando por no equivocarte, porque otro día con esas interminables colas en las cajas y eres capaz de transformarte en el famoso cuadro del grito de Munch.





Besazos Bichejos Enormes 
Verónica

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