JAR (Primera Parte)

Suena el despertador, ¡¡por fin es viernes!! Y da el pistoletazo de salida a un fin de semana maratoniano. Después de maldecir mi ocurrencia de ponerme un vestido de puro invierno y predecir que, muy  probablemente, me vaya a cocer en mi  propio jugo durante el resto del día, tengo parada obligatoria en la peluquería para que intenten hacer “algo decente” con estos pelos de loca que últimamente me gasto.

Ya con el pelo liso, maquillada, y  con los nervios que hacían que me subiera cual Spiderman por las paredes, llega el momento de empezar a poner cara a esas personas con las que día tras día colapsamos el whatsapp y, aunque se hacen de rogar, al final llegan y  nos reunimos todos para comer y empezar a disfrutar, el preámbulo de lo que se convertirá en algo inolvidable por mi  parte.

A las cinco de la tarde, después de tomarme el susodicho  café  (yo sin cafeína no soy  persona) con otro maravilloso grupo de personas (permitidme no dar nombres porque seguro que alguno me falla), por fin se abren las puertas del sitio donde se va a celebrar el evento en estos dos días. Tras la entrega de acreditaciones, poco a poco vamos conociéndonos, reconociendo, dando abrazos y  besándonos unos a otros, los flashes de las cámaras empiezan a trabajar como los que más, nadie se quiere perder nada de lo que allí dentro está sucediendo. A ralentí empezamos a llenar los asientos del sitio donde se celebra toda esta locura.

Un suplicante y  muy  elegante Jr. Galvez nos hace sentarnos, pues la primera mesa está a punto de empezar. Una “mesacoloquio”, compuesta por Maria Martínez (Titania), Ana R. Vivo/Dana Jordan (ediciones B), Elena Castillo (kiwi), Nuria Llop (Libros de Seda) y  Megan Maxwell (Esencia), moderada por una emocionada Nazaret Vargas, la cual hizo que todo fuera muchísimo más fluido, y nada pesada esa mesacoloquio.

Un Maestro de ceremonias como Miguel A. Martín, nos hace una presentación de lo que van a ser y  van a dar de sí estas jornadas, con un desparpajo que a todos nos hace estallar en carcajadas en más de una ocasión, da la palabra a Jr Gálvez, organizador de estas jornadas. En su  discurso podemos vislumbrar un poquito todo el trabajo, la ilusión y  dedicación que un evento de estas características supone, haciendo visible su gran implicación en todo ello, y aunque quisiera disimularlo, estaba nerviosísimo, por eso le cede la palabra al padrino de este año José de la Rosa, para que también nos deleite con sus palabras. La verdad es que no sé quién estaba más nervioso, si el organizador, si el presentador porque veía que esto no sabía dónde meterse, o el padrino del evento.

Para mí una de las sorpresas más gratas de estas jornadas es cuando antes de empezar con la entrega de los Premios Corasón, sube a leer y recitar un par de poesías Antonio García Pereyra, autor que conozco desde hace muchísimo tiempo y que adoro, después de emocionar a muchos de los allí presentes, otra grandísima autora, María Del Carmen Tenllado Yuste, o  también conocida como  Dama Blanca, a la cual no tenía el placer de conocerla tanto, pero sí que la había visto en algún recital también sigue emocionándonos con sus versos y la pasión con la que recita. 

Después de la emoción de ver a Antonio (y más de uno  y de una puede dar fe de que hasta se me saltaron las lágrimas), empieza la parte más divertida de esta jornada, la entrega de los premios Corasón, por cada premio el maestro de ceremonias nos deleitaba con un monólogo extraordinario, y  la verdad es que por lo menos a mí, se me hizo cortísimo este momento.

Los Ganadores de los II Premios Corasón fueron:

Mejor primer encuentro

Angy  Skay, por su novela provócame.

Mejor Pelea

Laura Nuño, por su  novela Higlander tenías que ser.

Frase más borde

Elisabeth Benavent, por su novela Persiguiendo a Silvia, y  la frase galardonada fue “Espera, guapa, que no quisiera quemarte. Ese vestido debe arder como las cerillas”

Mejor Villano

Juan Ramón Biedma, por su novela Tus magníficos ojos vengativos cuando todo ha pasado.

Mejor trama de suspense.

Dama Beltrán, por su novela Crónica de un deseo.

Pero ahí no quedaron los premios, aunque esas eran todas las categorías nominadas, la organización nos sorprendió con un premio de mención especial, a Ana Belén González Rico, creo que en ese momento me quedé afónica de tanto vitorearla, pues es un premio más que  merecido; sé que yo no soy  objetiva, pues como yo  digo  es mi  conciencia, mi  pelirroja peligrosa, y  creo que se merece ese premio y  muchísimos más, pero os aseguro que los  gritos de apoyo, los aplausos, los “guapaaaa”, hicieron de ese momento un MOMENTAZO.

Como siempre pasa en estas cosas de los eventos, la hora se nos  fue un poquito  (pero no mucho) de las  manos, y  el tiempo que íbamos a tener de entrevistas y  photocall con los autores asistentes se evaporó como arte de magia.

Y así cerraban las puertas, que no significaría que fuera el final de la jornada del viernes, pues como si  un lazarillo se tratase, o haciendo un simil con algo tan típico malagueño como es la semana santa, como si de una cruz guía se tratase, Jr Gálvez, con paciencia infinita nos dirigió hasta la casa hermandad de la expiación, donde la editorial  Titania, nos tenía reservada una velada muy  especial, pues dos de sus autores, José de la Rosa (padrino de las Jornadas) y  María Martínez nos presentaban sus novelas, así como nos comentaban sus proyectos de futuro.

Aquí he de recalcar, la santa paciencia de Jr, pues en más de una ocasión creía que iba a incendiarse, ya que movidos por la emoción, por los  nervios de todo lo que estaba sucediendo, muchas  veces hizo callar a los allí  presentes, pues en ocasiones de verdad que era complicado llegar a escuchar a los autores, y eso que yo estaba en segunda fila.

Cuando  ya mis pies me pedían clemencia, a eso de las dos de la mañana, aquí una dio por finalizada la jornada del viernes, pues a las pocas horas nos  volveríamos a reunir casi  trescientas personas para disfrutar del segundo día del JAR. Pero eso ya os lo  cuento en la siguiente entrada!!

BESAZOS BICHEJOS ENORMES

Verónica