Hay algo que creo que nos pasa a todos a la hora de cocinar pasta, que siempre sobra. Yo soy incapaz de calcular la ración, así que siempre, y cuando digo siempre, es de verdad siempre, nos sobra.
Y como aquí no tiramos nada a la basura, os traigo una idea para reciclar esos macarrones boloñesa que pusimos de más.
En este caso tenía un tupper de macarrones con carne picada y tomate. Como no eran suficientes para dos, decidí añadir unos pocos macarrones cocidos más (sólo le pongo sal al agua, o una pastillita de caldo concentrado).
Ya dependiendo del gusto de cada uno, yo los suelo dejar al dente y que terminen de cocinarse con la salsa. Una vez escurridos, los mezclamos con los que teníamos ya listos. Y en vez de de ponerle tomate y calentar ( que es lo que es lo más socorrido), me he arriesgado y le he añadido un poco de nata. Removemos en el fuego unos pocos minutos, removiendo e intentando mezclar bien todos los ingredientes.
Un toque de queso y una pizquita de orégano y listo. La verdad es que están bastante buenos, y al menos es algo distinto a lo que estamos acostumbrados.
Espero que os haya gustado, y si os animáis a probarla, contadme que os parece.
Best wishes
Alejandra
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